2. Los juegos sexuales abren la puerta. Usen la imaginación para crear juegos divertidos, pícaros y de calentamiento que faciliten el deseo y la excitación. Por ejemplo: piensen en un juego en el cual ambos se sientan seducidos con las palabras y el cuerpo, también juegos donde escenifiquen una pequeña representación teatral.

3. Miradas sensuales, besos y caricias: Recuerda que labios y lengua son zonas erógenas, y te animamos a que beses toda (pero toda, toda) la piel de tu pareja, con calma. Un pequeño consejo: a las mujeres nos suelen gustar las caricias y besos más suaves y de una intensidad menor, sobre todo al principio de los juegos. Ante la duda, aminora la intensidad. A hombres y mujeres nos “cuesta menos” comunicar y decir que queremos ir más rápido, que no pedir que vayamos más despacio...

4. Masaje: Sí, es el típico masaje de siempre, quizás el más utilizado de los juegos eróticos, pero en esta ocasión vamos a incorporar algunos elementos que quizá antes no teníamos en cuenta, como por ejemplo los aceites de masaje. Un buen aceite, elegido cuidadosamente el aroma, que no te empalague, puede impregnar el ambiente de sensualidad. También es muy gratificante jugar con plumas. Es increíble la sensación de que te acaricien suavemente con una pluma, y hay productos como los polvos comestibles, que te permiten aplicarlos con una pluma sobre el cuerpo, para luego lamerlo con suavidad. También puedes jugar a “el primero que ría pierde”, y pactar castigos al primero que ría cuando su pareja le acaricie con la pluma (por ejemplo, el primero que ría debe quitarse una prenda, realizar la petición que el otro pida, aplicar y lamer algo de chocolate sobre la piel de la pareja, etc.).

5. El diálogo. Durante el preámbulo es necesario conversar con la pareja acerca de la intimidad, de las sensaciones que experimentan cuando disfrutan. También es una oportunidad para dejarse llevar por la risa, los suspiros, y el placer de oír palabras agradables que motiven e inciten a compartir momentos de felicidad.

6. Preparen el ambiente. Es beneficioso para la pareja hacer de las relaciones sexuales un arte delicado y bello, por lo tanto hay que cuidar el espacio donde estemos. Si lo hacemos en la alcoba, debemos ser cuidadosos en la comodidad de la estancia, la luz, los sonidos, la cama y los muebles. También podemos agregar detalles que estimulen el deseo de tener sexo, por ejemplo, flores con colores fuertes, música de fondo, perfumes o inciensos.

7. Fuera interferencias. Dediquen tiempo a disminuir las posibles interferencias que afecten el inicio de la actividad sexual. Si queremos disfrutar de calidad en nuestro tiempo sexual, es primordial apagar los celulares, desconectar teléfonos, no tener prisa y tampoco preocuparnos por ir al supermercado o a casa de la suegra. El espacio sexual de la pareja vale oro, aunque sea sólo una hora de relaciones, no dejen que las interferencias les afecten.

8. Recursos adicionales. Existen numerosos recursos que facilitan el inicio de las actividades sexuales: bailes exóticos, ponerse ropa interior sexy, preparar una cena especial entre los dos, disfrutar de la ducha y de masajes con aceites de flores y hierbas del campo.

9. No importa el qué dirán. Son muchas las parejas, sobre todo maduras, que no se atreven a disfrutar de su espacio sexual por temor al qué dirán de ellos. Lo que pase en la intimidad es cosa de dos personas, por consiguiente, no hay que preocuparse cuando se lo están pasando bien.

10. Nada de complejos. Para los preámbulos debemos eliminar por completo la vergüenza a mostrar el cuerpo o las actividades que hagamos para incrementar el deseo. Nada de pensar que el juego que estamos haciendo es ridículo. Todo lo contrario, hay que atreverse a seducir con el cuerpo, usar el vestido sexy que nunca te pusiste o leerle una poesía erótica a tu pareja.